Miguel-Libro
Pasé gran parte de mi infancia y mi juventud en un orfanato en Málaga.
Con 7 años, una noche me hice pis en la cama y una de las monjas me exhibió en el comedor ante todos con las sábanas mojadas sobre la cabeza. Juré que nunca me volvería a hacer pis. Para ello, todas las noches me sentaba en el baño leyendo un libro hasta que me entraban las ganas. La misma monja me pilló y como castigo me mandó ordenar la biblioteca. Tardé 4 años en terminar de colocarla.
Mientras, seguía leyendo y cada vez que me acababa un libro lo firmaba (costumbre que aún conservo).
Pasó el tiempo y a los 18 dejé el orfanato. 50 años después, paseando por El Rastro, me fijé en el libro Paso a paso, de Alberto Risco. Recordaba haberlo leído en mi infancia en Málaga.
Casi me caigo de espaldas cuando, al llegar a la última página veo mi firma y la fecha, 1944. Intentando contener la emoción, pagué las cien pesetas que me pidió el librero y corrí a casa a contárselo a mi familia.