Eduardo - Ukelele
Mi gran pasión frustrada siempre ha sido la música. La Madre Naturaleza no me dotó del talento y la habilidad necesarias para tocar un instrumento sin despertar en el oyente las ganas de rompérmelo en la cabeza. Aún así me empeñé en tocar la guitarra durante años, pero seis cuerdas parecían demasiadas para que mis torpes dedos sacaran algún sonido digno de llamarse música. Así que pensé que si con seis cuerdas no podía, cuatro a lo mejor me lo pondrían más fácil. Así que decidí hacerme con un pequeño y manejable ukelele de 4 cuerdas. El problema era que por aquel entonces era imposible encontrarlos en España (aún hoy es difícil) y tuve que esperar varios años hasta que un buen día que me encontraba paseando por Lancaster (Inglaterra) lo vi en el escaparate de una pequeña tienda de instrumentos musicales. Me mosqueó un poco su aspecto de juguete y su bajo coste (no llegaba a 20 libras) así que entré y le pregunté al dependiente si era "a children's Toy". El hombre permaneció callado y me hecho una mirada de "¿has visto el letrero de la tienda? ¿pone juguetería?". Decidí llevármelo junto con un pequeño manual de acordes. Al llegar a casa y probarlo comprobé que mi primera impresión era correcta, sonaba exactamente igual que el aspecto que tenía. Pero no me arrepiento, me encanta, es mi primer ukelele, con el que aprendí a tocar, y casi diez años y tres ukeleles después sigo disfrutando con él y tiene un puesto privilegiado en mi habitación. La cuestión es: ¿ha ayudado en algo a mis espectativas como músico ? Bueno... , se puede decir que siempre es mejor que te rompan un ukelele en la cabeza que no una guitarra.